En Panamá hay cerca de 700 mil emprendedores, pero casi la mitad está en la informalidad, según la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme).
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 49.3% de la población económicamente activa trabaja sin garantías de un empleo formal, mientras el desempleo ronda el 9.5%.
Pese a ese panorama, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) asegura que en esa realidad está “la mayor oportunidad de nuestro país”.
Juan Alberto Arias S., presidente de la CCIAP, afirmó: “El talento del panameño está ahí, lo vemos todos los días».
«Nuestro reto es acompañarlo para que ese ingenio se convierta en negocios formales, sostenibles y capaces de generar bienestar colectivo”.
El líder empresarial explicó que la clave está en convertir “esas ganas de buscarse el día a día” en motores de crecimiento sostenible.
Por eso, este 23 de septiembre se realizará el III Congreso de Emprendimiento en el ITSE, con conferencias sobre inteligencia artificial, sostenibilidad, herramientas digitales y los trámites para emprender en regla.
Arias recordó que “formalizarse no es un castigo, al contrario, es ponerse la camiseta de las grandes ligas: abre las puertas a financiamiento, clientes grandes y a la confianza del mercado”.
Como ejemplo, la CCIAP destacó el caso de Toabré, en Coclé, donde más de 150 familias campesinas, tras recibir formación y herramientas, ahora producen excedentes, venden en el Mercado Público de Penonomé bajo el nombre Campesinos Unidos, y hasta generan empleos para otros.
El Global Entrepreneurship Monitor (GEM 2023/2024) ubica a Panamá entre los países con mayor tasa de actividad emprendedora temprana en Latinoamérica, al nivel de Suecia e Italia.
“Cuando un emprendedor crece, crece Panamá”, recalcó Arias.





