La Universidad de Panamá lamenta profundamente los hechos ocurridos en los predios de nuestra casa de estudios, en los que personas encapuchadas, ajenas a nuestra institución, incurrieron en actos de violencia. Asimismo, expresamos nuestra solidaridad con la menor afectada y su familia, y deseamos su pronta recuperación.
Como primera casa de estudios superiores del país, rechazamos categóricamente toda forma de violencia, reiterando que la Universidad de Panamá no promueve ni respalda acciones que pongan en riesgo la seguridad de la ciudadanía, de nuestra comunidad universitaria ni de la población en general.
En este sentido, la Universidad de Panamá ha instalado una Comisión Especial para investigar con rigurosidad la posible participación de estudiantes en actos violentos. En caso de comprobarse sus responsabilidades, se aplicarán severas medidas disciplinarias.
“Las personas no universitarias que sean identificadas participando en estos hechos violentos serán puestas a disposición de las autoridades competentes, y a los responsables les debe caer todo el peso de la ley”, destacan en un comunicado.
La Universidad de Panamá ha sido históricamente defensora de la democracia, la autonomía universitaria, el diálogo y la transformación social desde el respeto a los derechos humanos.
“Reiteramos nuestro llamado a la paz, al respeto por los derechos de todos y al diálogo como vía para superar las diferencias sociales”, explican sus máximas autoridades.
